Friday, March 30, 2007

4.05, Volteo al lado del conductor y veo sobre el asiento una cajetilla semivacia de camels, un libro gastado y una hoja seca. No se ven rastros de la pelea interna, cambio de lentes, un tic reciente, usar lentes negros siempre que abro la puerta a la calle, y cambiarlos por los normales al estacionar el auto.

Escuchaba el noticiero, y recordé el rifle bajo mi cama, el mismo que siempre me trae de vuelta los pensamientos suicidas de la adolescencia, me da risa cuando me dejaron sin él para ponerlo en un nuevo escondite, en la cocina, y años más tarde devolvérmelo, ya sin temor a que un día lo tome y mi sangre bañe la pared del fondo.

Tomo las cosas rápido y las meto en la mochila, abro la puerta del local, pensando si ahora si habrá suerte y alguien llegue a sacar unas dos mil copias que paguen el teléfono este mes.

Me conecto y no encuentro a nadie, nadie se quedó dormida quizá.

5.50, termino de leer el libro, bueno la parte que me interesaba y comienzo a escribir, parando para pensar lo que estoy diciendo, le doy un trago al agua, cierro la sonrisa un rato, no vayan a saber que estoy loco, atiendo unas pocas personas, todo indica que va a ser un viernes normal. Bueno, que es un viernes normal para cualquiera? Que es un viernes para un viajero frecuente.




Comenzando un diario sin sentido. Torreón Coah. V.

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