Jueves por la noche, Nico buscaba venganza.
Ese mismo por la noche, Diana lloraba la perdida irremediable de Tricio, el cabron que se habia ido con su hermana, dejandola con 4 hijos, una televisión y un carro de lujo que no han acabado de pagar.
Nico sale de una iglesia pobremente iluminada, se encuentra con un ser extraño, un poquito rojo, este le ofrece un trato, si mata a una virgen, el va y mata al cabrón que le cortó el brazo.
Diana, no sabe que va a hacer, está pensando seriamente de meterse de puta, por ahora el llanto de sus ojos cubre su visión y no ve que una cuadra adelante hay un tipo hablando sólo.

En este punto, el universo hace que el destino de ambos sea el mismo, a unos metros de ahí, una vela blanca, con la imagen de un santo, comenzó a quemar la sotana del pedófilo en turno, Diana y Nico, personas al fin buenas, corren para ayudar al tipo que está gritando. Al entrar a la iglesia sus miradas se encuentran y con eso se dan cuenta que son ellos los que necesitan auxilio, segundos después el fuego alcanzó al manto que cubría la pared, ellos alcanzaron a rescatar al tipo ardiendo, salieron corriendo de la iglesia sin darse cuenta que a esa hora pasaba el camión de las 8 y justo en ese instante se acabo la tortura de ambos.


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